¿Qué pasará con mis Bitcoin cuando muera?

¿Qué pasa con mis Bitcoin cuando muera? Si por cualquier motivo, alguien que posee BTC, muere, estos probablemente se pierdan. Así puedes evitarlo.

 

Tener 10 Bitcoin (por valor, ahora mismo, de unos 170 000 dólares, unos 143 000 euros al cambio) no es como tener una casa, un coche, o dinero en el banco. Todos estos activos están declarados, pero el BTC no. Por lo tanto, si tienes Bitcoin y falleces, se perderían. Pero no porque no estén declarados (que también), sino porque literalmente es como tener 100 000 euros enterrados en un monte sin que nadie lo sepa.

 

El BTC, por su arquitectura, es anónimo. Tiene una clave asociada y, si se pierde, no hay forma de recuperarla. No es como Facebook, donde podemos restablecer nuestra contraseña, aún incluso sin tener el correo electrónico asociado inicialmente. Es decir, si tenemos algunos Bitcoin por ahí, y morimos sin que nadie sepa la clave, se perderán para siempre.

 

De hecho, se calcula que hay miles de millones en Bitcoin perdidos por este mismo motivo, además por todas aquellas personas que, aún en vida, pierden la clave. Es como perder un céntimo detrás del armario, otro en el sofá o en cualquier otro sitio, solo que en esta ocasión, cada uno de estos céntimos tiene un valor de 16 800 dólares.

 

En Colorado, Estados Unidos, se dio un caso de un hombre que tenía un monedero de Bitcoin con una pequeña fortuna dentro. La familia lo desconocía y, al revisar las transacciones bancarias, lo descubrieron. Pero, al desconocer la clave, puedes dar por perdido esos Bitcoin.

 

En este caso, se desconoce qué ocurrió finalmente, pero, como el fallecido operaba mediante Coinbase, un exchanger, cabe la posibilidad de que se recuperase el dinero (tienen políticas de traspasar el dinero a sus familiares si se demuestra con la suficiente documentación). Como estos, habrá otros muchos casos, y en la gran mayoría de ellos el dinero habrá acabado por perderse.

 

Si mueres, tus Bitcoin se perderán si nadie más que tú sabe la clave

 

El por qué no se puede extraer el dinero si no se conoce la clave es por una razón muy simple: un monedero Bitcoin, donde se guardan las criptomonedas, tiene dos claves, una pública, y otra privada. La pública es para realizar transferencias hacia ese monedero. La privada es para realizar transferencias que salgan de esa cuenta. Esta última, como su propio nombre indica, es privada.

 

Es la propia arquitectura de Bitcoin la que impide que se pueda usar un monedero sin tener la clave privada.

 

Por lo tanto, solamente la conoce la persona que la posee y, si se diera el caso, a las personas a las que se la haya dicho. También se puede escribir en un papel y tenerla a mano. Pero, si la única persona que la sabe la pierde, o el único papel en el que está escrito se pierde, es imposible romper el sistema criptográfico de Bitcoin para llegar hasta el dinero. Si no, la moneda sería insegura y 'cualquiera' podría sacar dinero de cualquier monedero.

 

Imagina entonces que nadie sabe que tienes una fortuna en Bitcoin y mueres, ¿qué pasa con ello? Obviamente, se quedarán ahí para siempre, pero ¿no hay ninguna forma de prever esta situación? Tampoco puedes fiarte ciegamente en las plataformas que almacenan tu clave privada, como es Coinbase, pues, de ser haceadas, lo perderías todo, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones (Coinbase, todo sea dicho, nunca ha sufrido ataques informáticos).

 

Avisar a alguien de forma automática una vez muerto, la solución más efectiva

 

La única solución creativa que se me ocurre es usar alguna aplicación o web que avise a alguien de que estamos muertos y que hemos dejado una clave en algún lugar concreto y cómo debe usarla. Dead Man's Switch, por ejemplo, es un portal web que permite hacer esto. Cada cierto tiempo tienes que verificar que estás vivo pulsando un botón, como los conductores de tren. De no hacerlo, enviará un correo electrónico a la persona o personas que quieras.

 

En él, podemos poner unas instrucciones de dónde encontrar la clave del monedero y de como usarla. Podemos dejar en un papel o en un pendrive con la clave dentro escondido en un cajón o en cualquier sitio donde sepamos que no se va a perder o deteriorar.

 

Fuente: omicrono

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